

Ellos lo hacen generalmente cogiendo el pene o la punta del mismo con la mano o con los dedos, moviéndolo rítmicamente de arriba abajo hasta conseguir el orgasmo. Ellas suelen hacerlo frotándose el clítoris con uno o varios dedos y al mismo tiempo pueden introducirse un dedo o algún objeto en la vagina. Ambos recurren también al roce contra las sábanas, almohadas, cojines, mantas, etc. En todos los casos, la frecuencia de los movimientos y la presión suelen incrementarse a medida que se aproxima el orgasmo.
En un principio, durante la pubertad, la masturbación se realiza de una forma un tanto instintiva, como una necesidad natural surgida del organismo. Poco a poco, va adquiriendo otros matices, se enriquece con la experiencia, la fantasía y la voluntad. Es el momento en el que, para excitarse, las chicas empiezan a acariciarse los muslos y los senos y los chicos contemplan la foto de una chica que les gusta.
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